domingo, 20 de abril de 2008

Caza al migrante en Melilla.

El pasado lunes 14 de abril en Melilla, ciudad española en territorio africano, la Policía y la Guardia Civil lanzaron una verdadera caza al migrante. El objetivo de esta caza eran unos ciudadanos de Bangladesh que el gobierno quiere expulsar.
Son las mismas personas que en febrero se pusieron en huelga de hambre, pidiendo al gobierno que les dejara pasar a la península, para poder trabajar.
El gobierno llegó al acuerdo de que todos serían, de forma paulatina, trasladados a la península para poder trabajar. Era un acuerdo de palabra, pero los migrantes confiaron y aceptaron, suspendieron su huelga de hambre y se pusieron a esperar.
Paralelamente, otro grupo de ciudadanos indios, esta vez en Ceuta, se puso en huelga de hambre para pedir lo mismo al gobierno, que le permitiera acceder a la península para poder trabajar. Entonces, el gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero ha decido poner freno a estas formas de protestas y enseñar los dientes. Es por esto que se ha abierto, durante tres días, una caza al migrante en la que participaron hasta helicópteros.
Los migrantes se han escondido donde podían: en los bosques, en el monte e incluso en casa de ciudadanos y ciudadanas solidarias. Decenas de ellos han sido detenidos y esperan ahora la expulsión. Muchos llevaban más de tres años en el Estado español. Para pagar el viaje han pagado entre 6000 y 15000 euros endeudando a toda su familia. Hay que recordar que Bangladesh es uno de los países más pobres del planeta.
Conversamos con José Palazol, de la Asociación Pro Derechos de la Infancia.







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